La arena se escurre entre mis dedos,
Las primeras y las últimas hojas, también. 

Divido y vuelo a dividir,
Nunca llego a 0
Multiplico y vuelo a multiplicar
Nunca llego al número insuperable.

En esta morada de espacio-tiempo,
circular y laberintico, discurrimos.

Y queriendo pronunciar la palabra inefable,
construimos una torre que quiso llegar al cielo,
pero la Palabra se nos escurrió como arena,
en la confusión de nuestras palabras